Durante el siglo XIX muchas familias de la Oligarquía cordobesa poseían casas quintas en La Punilla. Los veraneantes elegían al lugar tanto por su paisaje, como por su cercanía con la ciudad de Córdoba.
En 1900 un médico clínico porteño realiza investigaciones sobre la climatología local, descubriendo sus cualidades y recomendándolas para el tratamiento en algunas enfermedades pulmonares. La difusión de las cualidades curativas del clima trajo aparejada una gran cantidad de enfermos de toda Latinoamérica que se establecieron desde Bialet Massé hasta Capilla del Monte.
El aumento de la población durante la primera mitad del siglo XX permitió su ascenso al rango de ciudad el 26 de Agosto de 1939.
Durante muchos años la economía de la zona estuvo basada, principalmente, en recursos que dependían directa o indirectamente en la enfermedad pulmonar. Grandes establecimientos, tanto privados como esta-tales, conjuntamente con un gran número de pensiones higiénicas, dedicadas a la atención y cuidado de enfermos, se diseminaron por todo el valle.
Con la aparición de los tuberculostáticos y antibióticos, la "cama asistencial" y la antigua política de lucha antituberculosa, que consistía en el descanso, el reposo, el clima y la alimentación, pierden valor, pues de la internación se pasa al tratamiento ambulatorio. La desaparición gradual de la principal y casi única fuente de ingresos tuvo como consecuencia el deterioro de la economía de la región.
Actualmente Cosquín tiene una economía basada, principalmente, en la explotación de sus recursos turísticos. Sus Ríos y vegetación, considerados de gran belleza, sumados a sus características climáticas, aire puro, y grandes extensiones de espacios verdes, conjuntamente con las actividades, de carácter didáctico-recreativo, que se realizan durante los meses estivales, cabe destacar, entre estas, la organización del Festival Nacional del Folklore, des-de 1961, cuya popularidad trasciende las fronteras nacionales, convocando anualmente a cien mil turistas del país y del extranjero, convierten do a Cosquín en un foco de concentración.
El Festival
La idea fundadora del festival surge a partir de que un grupo de vecinos querían transformar la Semana de Cosquín, una fiesta en conmemoración a la Virgen del Rosario, en un festejo que trascendiera más allá de lo límites de la ciudad.
Así fue como en agosto de 1960, bajo asamblea popular, se eligieron los miembros de la Comisión Municipal de Turismo y Fomento (actual Comisión Municipal de Folklore), ellos fueron los encargados de preparar la primera edición de un festival que daría mucho que hablar. En enero de 1961 se celebraron las primeras nueve lunas del Festival Nacional de Folklore.
Su primer escenario se ubicaba en el medio de la ruta nacional 38, frente a la plaza San Martín. Éste se mantuvo hasta la tercera edición.
Ya en 1964, comenzó a realizarse en su ubicación actual, en los terrenos donados por Próspero Molina (1827-1889), entre las calles San Martín (ruta 38), Catamarca, Tucumán y Obispo Bustos. Por eso, actualmente, la plaza, en donde todos los años se realiza el Festival Nacional del Folklore, lleva su nombre. Y en recuerdo del autor más prolífico del folklore nacional, el escenario actual del festival lleva el nombre de "Atahualpa Yupanqui". Quien estuvo presente en todas las ediciones del festival, hasta que en 1992 falleció en Francia en la ciudad de Nemes. La plaza Próspero Molina sufrió varias remodelaciones. En el 2001 se inauguró su nuevo escenario.
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